Gustavo Gorriti, periodista peruano que ejerce el periodismo particularmente de investigacion, desde 1981, fue codirector del diario La República desde fines de 2004 hasta principios de 2006. Actualmente, es presidente del Instituto Prensa y Sociedad, y miembro del Consorcio Internacional para el Periodismo de Investigación.
El título del último libro publicado por Gustavo Gorriti, La Calavera en Negro, cuya portada menciona solo la frase “el traficante que quiso gobernar el país”, sin colocar nombre alguno, despertó mi curiosidad y motivó a ir a la Feria Ricardo Palma a revisarlo para enterarme de quién se trataba, sin embargo cuando lo tuve en mis manos me di con la sopresa de que estaba sellado, una bolsa delgada de vinifan fustró mi deseo de leer clandestinamente el libro. Decidí ver las novedades de los demás editoriales, pero seguía pensando en el personaje de la historia del ex codirector del Diario la Republica, asi que regresé al stand de Editorial Planeta, que fue donde vendian el libro de Gorriti y finalmente lo compre.
Este libro trata sobre la historia de un narcotraficante que quiso gobernar el Perú pero no como presidente, sino como un poderoso ser influyente en la vida y política de nuestro país.
Carlos Langberg
La historia se escribe en la época en que Belaúnde Terry fue nuestro presidente, donde caretas era uno de los medios de comunicación con mayor credibilidad de aquellos años, con Enrique Zileri a la cabeza y Gustavo Gorriti en su etapa de inicio como periodista de investigación, oficio que hasta hoy realiza. Carlos Langberg, ahora un hombre 91 años, fue un personaje millonario vinculado al Partido Aprista Peruano y al narcotráfico que publicaba un diario denominado P.M. en donde lanzaba diatribas e improperios contra el gobierno de Belaúnde y contra los directores de los demás diarios, a los que consideraba su competencia.
Pagina en Blanco, sección del diario P.M.
En realidad P.M. era como un minidiario, de formato más pequeño que el estandar, y de pocas hojas, sin embargo las suficientes para molestar a más de uno y someter a sus redactores, ya que se conocía el lado oscuro de la personalidad del director, Langberg, gracias a los testimonios de personas allegadas a él, que lo calificaban como un hombre impulsivo que no vacilaba en insultar a sus trabajadores o disparar al techo de la redacción del diario.
Una de las portadas del Diario P.M., cuando un periodista, Guido Monteverde,
renunció al trabajo
Este hombre cuya verdadera vida fue puesta al descubierto por la Revista Caretas estuvo involucrado en el comercio de 475 kilos de pasta básica lavada de cocaína, que para ese entonces era una cantidad desorbitante considerada como la máxima cantidad de toda América Latina, año 1980.
Portada de la Revista Caretas
donde se denuncia a Carlos Langberg
Creo que no puedo seguir sin antes explicar a qué se debe el título de este libro, bien, Calavera en Negro es un símbolo, como el de la portada, que representa a la mafia mexicana con la que Langberg tenía contactos ya que era dueño de diversas empresas “prósperas” en el país azteca. Se dio este nombre al libro porque, considero, representa el temor y la mafia a la que hace referencia toda la historia.
Carlos Langberg fue señalado como el financista de la candidatura de Armando Villanueva por el APRA y como una persona inflluyente en el partido, había quienes afirmaban que éste imponía sus órdenes y causaba miedo en el interior del partido. La revelación de Caretas, en la que denuncia periodísticamente a este magnate como narcotraficante y pone en evidencia su verdadera cara, causó revuelo en esos tiempos y se abrió investigación al respecto en la Fiscalía de la Nación cuyo fiscal, en ese entonces, era Gonzalo Ortiz de Zevallos y la persona encargada de la comisión Ah Hoc para averiguar la denuncia, fue Blanca Nélida Colán, la misma que ahora está en prisión por haber participado en la mafia fujimontesinista.
Blanca Nélida Colán en los inicios de su carrera
Se menciona también el trabajo de un diminuto personaje de bigote ralo que tapaba una cicatriz del labio, Fernando Olivera, quien era en ese tiempo, secretario del Fiscal de la Nación.
Gonzalo Ortiz de Zevallos y Fernando Olivera
También, se nombró una comisión Ah Hoc en el Congreso de la República bajo la dirección del congresista ayacuchano Bonifacio Quispe Cusi y Alan García Pérez como miembro de la misma. Al terminar la in investigación Quispe Cusi declara como culpable a Langberg y para sorpresa del partido aprista, Alan García hace lo mismo.
Alan García y Bonifacio Quispe Cusi
Por causas de amenazas, Nelida Colán deja el caso y lo prosigue Manuel Balarezo. Langberg luego de varias confrontaciones y cruces de información en las que el multimillonario gritaba su inocencia fue condenado a 15 años de prisión, tiempo que cumplió en la cárcel inicialmente y después en un cuarto del Clínica Maison de Santé.
Gustavo Gorriti para describir esta historia utiliza un lenguaje bastante sencillo e interactivo donde intercala sus inquietudes, dudas y temores, de ese entonces, para narrar detalladamente cómo eran los días de investigación en la Revista Caretas, y más aún, los días de cierre en los que un director veterano como es Enrique Zileri gritaba: “escriban ¡viejos! ¡escriban! ¿nunca van a acabar sus notas a tiempo?, ¡esta semana no salimos si no terminan ahora de redactar!”… y completaba la frase diciendo que si seguían así la revista se iría a ruina al igual que el periodismo, por no tener la agileza de cumplir con los tiempos.
Para terminar, creo que este libro habla del papel de la Revista Caretas para catapultar a Alan García a la presidencia de la República, ya que a raíz de la investigación de Gorriti se descubrieron las corrupciones de altos dirigentes apristas y se apostó internamente por el cambio de generación en los cargos directivos donde el todavía joven Alan García Pérez salió elegido como Secretario General y posteriormente Presidente del Perú en su primer periodo, 1985-90.
Considero que este libro se torna interesante para quienes, debido a su corta edad, no conocen de estos hechos, creo que estas historias ayudan a entender cómo las personas que ahora están en el poder accedieron a ella y cómo los que algún día fueron poderosos hoy están en la ruina personal, económica y moral. Un tema interesante para cualquier peruano que quiera conocer y entender un poco más la historia de su país.